jueves, 2 de septiembre de 2010

Los años de nuestra vida

Cumplir años es algo que a lo largo de nuestra vida va cambiando en la forma en que nosotros lo concebimos. Cuando somos muy pequeños a penas somos conscientes de lo que significa haber vivido un año más de nuestra vida, pero un poco más adelante, cuando se va configurando nuestra personalidad y tenemos uso de razón, empezamos a darle importancia al hecho de ser un año más grande. La visión es entusiasta y alegre, ya que los niños proyectan en cumplir años aquellos anhelos que persiguen a todo niño, de convertirse en un adulto y de poder ser como aquellos a los que admiran, que en la mayoría de los casos suelen ser sus padres.
Pero todo esto comienza a tomar un matiz diferente, aunque manteniendo la base de querer hacerse mayor, cuando el niño llega a la adolescencia. Es entonces cuando los jóvenes dejan de tomar como modelo a seguir a sus padres, presentándose una situación totalmente contraria, pues es entonces cuando comienzan a ver los errores que los padres han cometido y a darse cuenta de que forman parte de generaciones diferentes, produciéndose una confrontación que siempre ha sucedido en esta fase entre padres e hijos.
En esta etapa los jóvenes ansían cumplir años para llegar a conseguir la mayoría de edad y desligarse del control paternal. Para poder disfrutar de la libertad con la que tanto sueñan, y que demandan con más ahínco que nunca.
Pronto llega ese momento tan esperado y en la mayoría de los casos muchos ya han dado grandes pasos en conseguir su libertad y autosuficiencia, por lo que cuando cumplen la mayoría de edad no lo ven de la forma que antes cuando eran más pequeños. Han alcanzado un grado de madurez que va dándoles la capacidad de adaptarse al mundo que les espera tras el comienzo de una nueva etapa en la que tendrán que enfrentarse a muchos problemas solos, sin la figuras paternas. Presentes ahora de forma simbólica y ejerciendo un nuevo papel, el papel de un apoyo moral y de consejeros para cuando tropiecen o estén en un mar de confusión, al no encontrar su camino.
Los años siguientes suelen ser los mejores y los que más se disfrutan a lo largo de la vida, ya que se viven muchas experiencias nuevas que se grabarán para siempre en la memoria.
SE comienza a encontrar una estabilidad en la vida personal y poco a poco también en la profesional. Entonces, sin que te des cuenta ya has llegado a los treinta años, y empiezas a echar una vista atrás para analizar tu vida hasta entonces, y te empiezas a preocupar por tu futuro y a pensar en el hecho de que los años no te llevan a conseguir más libertades o a vivir nuevas experiencias, sino que te llevan a pensar en la vejez y en el “tempus fugit”.
Tienes entonces la necesidad de crear una familia y como suelen decir, “sentar la cabeza”. Aquí termina una fase de tu vida en la que destinabas todo tu tiempo en ti mismo para comenzar a vivir para: criar, educar y ver crecer a unos hijos que seguirán aquí cuando tu ya te hayas ido, recordándote y siendo producto de lo que fuiste y les enseñaste. DE forma que te conviertes de una manera u otra en inmortal.
Lo más gratificante y confortante es cuando llegas a la vejez junto a la persona que quieres, con la que has compartido gran parte de tu vida, viendo cómo te irás de este mundo habiendo creado vida y habiendo sido feliz con aquellos que a ti también te han dado vida.
Eso te invade de una tranquilidad que es indescriptible y que hace que puedas mirar a la muerte a los ojos y sonreírle.

4 comentarios:

  1. Buena filosofía. El tiempo se escurre como agua entre los dedos...

    Según mi padre, de todos modos, para que un hombre pueda morir tranquilo no sólo debe haber tenido hijos si no haber también escrito un libro y plantado un árbol. Me falta lo primero...

    Eres como Cronos. Estás ligado al tiempo, al pasado, al presente y al futuro. Me gusta esa faceta tuya... :)

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  2. lo escribes tu? me gusta! te sigo :) http://expectedspring.blogspot.com/

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  3. Está muy bien pero no hables de eso en tercera persona, es más interesante saber lo que tú sientes, cúentalo en primera persona, sé valiente, cuenta lo que sientes y cómo lo sientes.

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  4. Secundo lo anterior. Atrévete un poco más. Insinúate, abre tu alma a los que te seguimos apoyamos.JFS

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