sábado, 2 de octubre de 2010

Viviendo un sueño

Está comenzando el otoño, lo puedo notar. Corre una brisa refrescante que renueva el ambiente y ayer oscureció más pronto de lo normal…Claro, hasta hace poco estábamos en verano y los días parecían infinitos.
Recuerdo que cuando era muy joven, por esta época del año solía ponerme muy triste, porque no hacía otra cosa que pensar en la fugacidad del tiempo y en lo poco que, a mi parecer, estaba aprovechando mi vida. Sentía una impotencia que conseguía desmoronarme, al ser consciente de que no tenía nada por lo que sentirme satisfecho cuando llegaba el momento de decirle adiós a un día más.
Pronto eso cambió. Había aparecido en mi vida alguien que desde un primer momento consiguió sorprenderme sobremanera y además captó toda mi atención. No mucho después ya comenzaba a sentirme de alguna manera unido a esa persona y tampoco tardé mucho en intuir que iba a estar presente durante mucho tiempo en mi vida.
El tiempo pasó, algunos otoños se sucedieron hasta el momento en que apareció delante de mí el amor de mi vida. Y si, sigo hablando de la misma persona, la misma persona que me hizo descubrir los sentimientos más puros que hasta entonces había tenido. Pero el tiempo seguía pasando, aunque ahora de una forma diferente, ya que ella aparecía en cada otoño, en cada verano, en cada primavera y en cada invierno de mi vida. Ya no caminaba solo, nunca más caminamos ninguno de los dos solos; y diez años después de encontrarme con esa piedra preciosa que esperaba ser pulida, aquí estoy yo, frente a una gran ventana en el salón de mi casa viendo caer el sol en esta tarde de octubre mientras recuerdo todos y cada uno de los momentos que acuden a mi mente de los años, meses días e incluso instantes que he pasado con la persona más importante de mi vida.
He de confesarles que para mi satisfacción, después de todos los años que han pasado desde el primer momento en que la vi, soy capaz de seguir recibiendo al otoño con una sonrisa dibujada en mi cara, y con un brillo en mis ojos que consigue burlar la oscuridad que precede.
Iba a empezar a trabajar en un artículo que debo presentar la próxima semana cuando me acordé de que fue a ella a la primera persona que escribí cuando yo aún estaba empezando a hacerlo y recordé una promesa que le hice, la promesa de que siempre le escribiría. No sé si ella era consciente entonces de lo que significó para mí que dijera eso, pues yo supe en ese momento que ella realmente quería estar conmigo para siempre.
Ella está al llegar...Es preciosa, me da la sensación de que cada día más. Siempre vi el talento en ella y siempre procuré recordárselo. Estos días llega tarde de los ensayos, trabaja muy duro, pero cuando llega veo en sus ojos la felicidad que lleva por dentro de estar haciendo aquello con lo que siempre soñó.
Lo que más me gusta de nosotros es que siempre aprovechamos el tiempo que no tenemos que dedicar al día a día y a nuestros trabajos para ir cumpliendo poco a poco nuestra gran lista de sueños… o debería decir…planes, porque hasta ahora hemos ido cumpliendo cada uno de ellos.
Lo que más nos ilusiona son los viajes, todos los años dedicamos unas semanas a ir a alguna parte del mundo, en la que esperamos encontrar nuevas experiencias, conocimientos, aventuras y por supuesto poder sentirnos libres y hacer lo que mejor se nos da, hacer realidad los sueños.

3 comentarios:

  1. Precioso Carlos, no lo dejes nunca =)

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho la manera de la que escribes >w<

    ResponderEliminar
  3. maravillo articulo,eres un gran escritor.
    gracias por compartirlo con nosotros. espero que podamos seguir disfrutando de tu talento durante mucho tiempo =)

    ResponderEliminar