martes, 19 de octubre de 2010

CRECIENDO

¿Qué hora es? Hace tan solo dos horas que me acosté y tengo dentro de mí la sensación de haber estado una eternidad durmiendo…o al menos intentándolo, porque no hay manera de que consiga conciliar el sueño si en mi cabeza aparecen infinidad de imágenes tuyas que se unen a las sensaciones que me produjeron en ese mismo momento y que me mantienen en vilo a la espera de que la noche se despida de mi y el día me salude una vez más…pero ¿Qué digo? No, definitivamente no puedo considerar que el día que voy a vivir mañana entre dentro de eso que llamamos: rutina, día a día; donde no sucede nada importante, donde realizamos las mismas cosas que realizábamos la semana pasada y la otra, donde nos encontramos con la misma gente, donde escuchamos las mismas voces…El día de mañana está muy alejado de todo lo que acabo de describir anteriormente. Mañana voy a encontrarme con la persona más importante de mi vida, llevo toda la semana esperando volver a verla y tenerla entre mis brazos. A cada día que pasaba en la semana más lenta y pesada se me hacía la espera y el paso del tiempo.
Ahora estoy aquí, en mi cama, esperando que se acabe la última de las noches que he tenido que esperar para verla. No puedo dormir y a cada momento abro los ojos para comprobar el reloj y asegurarme de que el tiempo corre y que me quedan menos horas para encontrarme con ella.
Pero el tic-tac del reloj suena diferente, el tiempo quiere seguir haciéndome sufrir, me pregunto si todo esto formará parte de una serie de pruebas a las que me pone el destino para saber si realmente la merezco.
Creo que me volveré loco si no consigo dormir algo esta noche, pero es que la ansiedad que tengo es inmensa, todo deja de tener importancia, salvo el momento en que estaremos juntos. Pero entonces llega el día, estoy feliz, sí, muy feliz. Aunque todavía tengo que esperar unas cuantas horas por lo que vuelvo a entrar en desesperación, pero me engaño a mi mismo haciendo esto y aquello con la intención de distraerme lo suficiente para que pasen las agonizantes horas que me separan de ella.
Llega el momento de ir a su encuentro y camino a paso tranquilo pero decidido. Sé que tengo el tiempo suficiente, e incluso me sobra, para llegar puntual a nuestra cita. Por el camino comienzo a cantar, no sé ni por qué ni cómo, pero algo dentro de mí sintió la necesidad de cantarle a la vida para agradecerle que tuviera el privilegio de tenerla a ella en mi vida.
Ya solo faltan minutos para que aparezca de entre la multitud de personas que se suceden delante de mí, en un tránsito que no es consciente de todo lo que significa para mí ese momento, pues para ellos ese momento forma parte de aquello que antes llamé rutina.
Ahí está, la miro y se borran de mi mente todos los recuerdos de la espera, de los momentos de angustia, de ansiedad, de insomnio solo cabe en mi mente la idea de ir a por ella de tenerla entre mis brazos y darle todo el amor que no he podido darle durante toda la semana que llevo esperando encontrarme con ella. Todos los sentimientos acumulados durante días, cargados de instantes en los que mi único consuelo se desliza de mi boca en forma de suspiro de saber que pese a todo nada va a poder separarnos y que me espera toda una vida junto a la persona que ahora beso.
Mi cuerpo se llena de una energía que no consigo describir, solo sentir; que me llena de la cabeza a los pies haciéndome perder totalmente la consciencia de la existencia. Pues la existencia para mi es en esos momentos las horas que voy a pasar con el amor de mi vida, todo carecería de existencia si ella no estuviera ahora mismo frente a mi sonriéndome.
Espero que lo sepa, no pretendo que vea todo el amor que le profeso, porque es prácticamente imposible, pero si espero que al menos pueda sentir la misma energía que se produce entre nosotros dos cuando estamos juntos y que nos une mediante vínculos invisibles.
No sé si es magia o si por el contrario puede explicarse científicamente pero lo que puedo asegurar es que es real, es tan real como que estoy tocando su piel con mis manos.
Caminamos de la mano por toda la ciudad, no nos diferenciamos tanto de los niños que dan la mano a sus madres por miedo a perderse, por miedo a desaparecer en ese peligroso, a sus ojos, cúmulo de personas, coches, ruidos, olores y grandes edificios que parecen querer comerse a las personas.
De vez en cuando acude a mi mente un pensamiento que me hace reflexionar, y es el hecho de que me empeño en actuar como si nos viéramos todos los días, como si ese momento que estábamos compartiendo el uno con el otro juntos formara parte de nuestra rutina, de nuestro día a día. Como si quisiera simular lo que sería un día normal, en nuestra futura vida juntos.
Otras veces pienso que estoy desaprovechando el tiempo y me detengo en medio de la calle para besarla o abrazarla. Pero… ¿Y el tiempo? ¿Qué ha pasado con él desde que nos vimos? El tiempo fue desterrado por la fuerza de nuestros sentimientos pero aun así librando una batalla contra nosotros haciéndolo pasar de forma rápida y vertiginosa.
Siempre estoy soñando, sino es con una cosa es con otra; en esos momentos en que estoy con ella el sueño que me ocupa mayor atención es el de vivir en un mundo en el que no deba preocuparme por el paso del tiempo, en el que no tenga que contar los días y las horas que me faltan para verla y en el que no tenga que controlar las horas y los minutos que me quedan para tener que despedirme de ella.
La naturaleza egoísta y caprichosa del ser humano a veces me hace olvidar que debo valorar el hecho de tan solo poder tenerla frente a mí al menos una vez a la semana.
Pero estaré aquí, no he dejado de estarlo y siempre lo estaré hasta que exhale lo último que me queda de vida. Este camino no lo vamos a atravesar solos y hasta que lleguemos a nuestro objetivo no habrá pasado en vano, pues esto seguirá…CRECIENDO.

1 comentario:

  1. http://www.soitu.es/soitu/2008/03/11/sexo/1205253565_577570.html

    cuando se acaba esa droga ya no sientes la necesidad de estar en todo momento con esa persona, pero si realmente es el "amor de tu vida" sentiras cariño, respeto y formaran un vinculo que te permita llevar una vida con ella, habrán enfados pero los solucionarán. Si por el contrario al acabar el efecto de esa sustancia en tu organismo sientes que no puedes convivir con esa persona, que es muy diferente a tí, no pueden solucionar los problemas, entonces, pues pasa lo que pasa. xD

    Más o menos eso decía en un papel que les dieron en psicología a algunos de mi clase..

    ¡¡y te deprime un poco!! xD pero bueno.....

    ResponderEliminar