jueves, 29 de enero de 2015

La Música

La música es algo que existe prácticamente desde los orígenes de la humanidad; incluso voy más allá: la música existe desde que el mundo comenzó a existir. Para mí, la música no es algo que esté en nuestro mundo como un mero entretenimiento o distracción más. La música es algo que está en todas y cada una de las cosas que hacemos y vivimos. Esto puede sonar, visto desde fuera, como una frase trascendente y etérea para adornar lo que escribo; pero lo que significa la música es mucho más de lo que normalmente somos conscientes. Todos coincidimos en que la música es un arte; y como tal, es creado por la inspiración, imaginación y creatividad del artista que lo compone. Incluso en la persona que lo interpreta, sin haberla compuesto o escrito ella misma. Desde los orígenes de la civilización hasta la actualidad la música ha sido un medio por el cual las personas y los grupos sociales nos hemos expresado; nos hemos liberado de aquello que está en nuestro interior y que no sabemos expresar mediante las palabras únicamente. Si bien es cierto la música, al igual que sucede con todas las demás variantes de las artes, no son del todo libres ni puras. Puesto que la pureza e originalidad de cada creación artística está completa y absolutamente influenciada por su contexto cultural, histórico y social. Un música del siglo XVII no va a crear una misma obra si su contexto de forjación como artista hubiese sido otro. Como por ejemplo los años de posguerra en el siglo XX. Tampoco es lo mismo haberla creado en Europa, en Estados Unidos o China. Lo que quiero decir con esto es que todos los artistas, bajo mi visión, tienen un lenguaje diferente dependiendo de las circunstancias que le rodeen en el proceso creativo. Pero independientemente de ello, un verdadero artista va a usar ese lenguaje para expresar lo que su alma trata de decir al mundo, o incluso a sí mismo. Lo que ocurre con todas las artes, y esta no se escapa, es que son víctimas muchas veces de la necesidad de generar una creación que se asegure su hueco en el mundo comercial. Siendo de esta forma recibida, la creación, con gran aceptación por la mayoría de la misma. Aquí es cuando se destruye la idea misma del arte; cuando se subordina una creación a la comercialización. Hoy en día, tristemente, estamos asistiendo a una expansión de este mal en todo el mundo artístico. Las canciones ya no se generan en procesos creativos "libres", ofreciéndose al mundo tal cual nació. Ahora nos encontramos con que todo un equipo, dentro de los sellos discográficos, manipula y reconstruye las canciones de forma que su éxito a nivel comercial quede asegurado. La fórmula consiste en una base repetitiva y superlativa junto con una letra prácticamente sin ningún tipo de profundidad y un estribillo pegadizo. Todo esto es lo que se busca y se produce; como en una cadena de montaje, para que nosotros lo consumamos. Muchas personas al leer esto se ofenderán, y a su mente vendrá una lista de artistas que no se ajustan a esta idea. A ellos les digo; tienen razón, pero son solo rebeldes, solitarios, revolucionarios. La música debe dejar de una vez por todas de estar supeditada a la idea de que un día debe llegar a obtener grandes beneficios. La música debe seguir siendo libre y ser sentida. Porque esaes la única forma en la que el arte puede expresarse. Cuando tú presencias la interpretación de una obra que ha sido verdaderamente sentida por el artista es cuando tú también eres capaz de sentirla. Y la música se puede sentir y vivir en todos y cada uno de los momentos que vivimos. Incluso en los momentos más cotidianos de nuestra vida, si nos ponemos los auriculares y escuchamos la música correcta, ese momento se convierte en algo trascendental. Todo adquiere otro significado, otro color, cuando está presente. Para mí, debo reconocer que tiene mucha importancia; porque gracias a ella he disfrutado a lo largo de mi vida de momentos, en los cuales, sin ella, no habría podido disfrutar de la misma manera. También ha estado presente en todas las películas que he disfrutado. La manera en que la música puede hacer que una escena, aparentemente normal, estremezca tus sentidos no puede describirse. Pero es justo en esa sincronía perfecta donde se esconde el secreto del arte. La música no solo puede acompañar tu vida, mejorar la experiencia de ver una película o una obra de arte; es incluso capaz de transportarte a lugares y momentos que ya has vivido; haciéndote sentir en ese preciso instante y lugar con la única necesidad de colocar una nota detrás de otra. Puede pasar de hacerte sentir que eres inmortal, y el mundo es un lugar lleno de posibilidades y aventuras, a hacerte reflexionar, sentirte completamente solo y diminuto en el universo. La música puede servir para entretenernos, divertirnos y hacernos sentir bien. Pero que eso no se convierta en la excusa perfecta para asesinar y silenciar el verdadero papel del artista. Porque debemos tener presente que una canción puede ser la causante de una historia de amor; puede dar lugar a una reconciliación o un reencuentro. Puede hacer que un momento se quede guardado en tu memoria por siempre como no hubiese sido posible sin ella. E incluso, la música puede ser la causa por la que se despierte el genio creativo de un poeta, de un director de cine o un escritor. La música es vida, porque en la vida todo es música.

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